Comer para no enfermar, comer para rendir más en
el deporte, comer para no engordar, comer para triunfar… El nivel de
conciencia de cada uno de nosotros, evoluciona desde el mismo momento de la
concepción según un patrón y hoy vamos a ver como se traduce en la forma de
comer.
La
supervivencia, satisfacer el hambre y nutrir al cuerpo
El primer
nivel más instintivo, mecánico, es el de comer en función del apetito del
momento, la persona come cualquier cosa que esté a su disposición en su
entorno, da igual si lo que come es natural, congelado o transgénico,
simplemente responde automáticamente al estímulo del hambre. Esta forma de
comer se parecería más a la de los animales, se trata de saciar el apetito con
cualquier cosa. Aunque en la vida intrauterina el feto, “no come”, los
nutrientes se procesan de modo mecánico a nivel de la célula; estaríamos ante la
manifestación del nivel más primario de la conciencia.
La
pertenencia al grupo, el placer sensorial, lo palatable
A lo largo
de nuestra evolución desarrollamos el nivel sensorial, que en la forma de comer
se traduce en elegir los alimentos por la satisfacción de los cinco sentidos:
el tacto, el gusto, el olfato, el oído y la vista. Aquí la comida es un placer
sensual, estamos ante personas que comen por la vista, que comen lo que les
gusta… pensemos en la gente que se asocia para cocinar y para comer… y si
miramos a nuestro desarrollo, esta fase se correspondería con el periodo de
lactancia donde la comida y el placer están intrínsecamente unidos.
La
recompensa y el castigo, la experiencia emocional, el amor y el cariño
El siguiente
estadío en la evolución de la conciencia tiene que ver con el desarrollo de las
emociones; aquí entran en escena las celebraciones sociales, como bodas, los
cumpleaños, la comida como premio a la productividad en las comidas de empresa,
el postre si te has comido las lentejas… Esta etapa representa también la
estética de la comida, la música acompañante, las velas… pero también el llenar
algunos vacíos existenciales, la falta de afecto, de autoestima… con la comida.
La riqueza y
el estatus, el poder político y económico
Aquellos que
comen desde el nivel social de la conciencia, eligen los alimentos desde la
perspectiva de la producción, la distribución y las leyes económicas que
afectan al tema de la alimentación, como consumir alimentos nacionales para
apoyar la producción, o boicotear los alimentos de otro país por rencillas
políticas, o luchar contra las leyes del consumo impuestas, como las redes de comercio
justo… También están aquí los que desprecian los pescados baratos, o las
legumbres, porque es lo que comen los pobres.
La
moralidad, la devoción y la religión
Otros comen
de acuerdo con las creencias ideológicas, en este grupo estarían representadas las tradiciones del budismo, el
judaísmo, el hinduismo… Casi todas las religiones incluyen alimentos prohibidos
y alimentos sagrados. En la actualidad vemos los dos extremos, personas que
siguen a ciegas los principios religiosos, como los que consideran las
vacas como animales sagrados, o los que excluyen la carne de cerdo, o los que
no comen carne los viernes de cuaresma… y personas que los ignoran por
completo. Podemos decir que hoy se ha perdido la sacralidad de la comida, hasta
hace poco se bendecían los alimentos antes de comer, el pan se besaba… El
bendecir y agradecer el alimento implica un nivel de evolución de la
conciencia, el vínculo con la tierra como nos lo muestran todas las tradiciones
antiguas.
La salud
física y mental según el Tao
Es una forma
de comer desde la libertad que nos da el conocimiento, es decir de acuerdo con
una conciencia libre. Es la forma de comer que nos permite materializar
nuestros sueños, elegir en cada momento lo más adecuado, lo más saludable, lo
más apetitoso… Saber elegir los alimentos para competir en una prueba
deportiva, para ser más eficiente en el trabajo, para un encuentro romántico,
para cultivar la salud… Para comer desde este nivel es primordial comprender
las etapas anteriores e integrarlas en un todo comprensivo o el Tao.
Comiendo
desde este nivel seremos capaces de encontrar el equilibrio interno que algunos
llamamos la paz interior.
Estabilidad psicológica familiar y nutrición sana
La
alimentación es fundamental para la estabilidad psicológica y, para ello, debe
haber una educación desde la infancia sobre los consumos y los alimentos que
deben consumirse, y, lo más importante, sobre cómo debe de hacerse ese consumo, ha explicado el
doctor Javier Urra Portilla, profesor
asociado de "Psicopatología Alimentaria de la Universidad Complutense de
Madrid".
Para este experto, la
alimentación afecta desde el útero materno, como demuestran diversos estudios que establecen
una relación entre los consumos de drogas y la evolución de los niños, del
mismo modo que la lactancia ayuda en la vinculación emocional madre e hijo.
En este sentido, en los
últimos años se ha visto como el habito a seguir dietas
para perder peso entre las mujeres con hijos pueden afectar a estos a la hora
de alimentarse. "Es importante que se tenga cuidado con las dietas que
se hacen en casa porque los niños las asumen".
El doctor Urra ha
destacado los procesos más acusados dentro de la psicopatología alimentaria que
son los trastornos como la bulimia y la anorexia, donde, recomienda, "hay
que actuar desde la niñez", ya que "la anorexia y la bulimia tienen un
claro fondo emocional".
Es importante inculcar la
importancia de la alimentación así como establecer una buena relación con ella
y, para ello, "cuidar la estabilidad emocional de los
niños también es muy importante".
"Estamos haciendo una sociedad
donde siempre hay que estar con algo en la boca",
afirma el profesor.
Este problema, entre otros
factores, se produce por el cambio de hábitos alimenticios que han aumentado el
sedentarismo entre la población y, en su opinión, ha acabado con la dieta
saludable.
"El ser humano ha bajado de árbol, éramos monos hace poco, entonces
el ejercicio nos es muy necesario. Actualmente hacemos poco ejercicio y hacemos
un consumo rico en grasas.
Es necesario volver a la dieta en la cual "no
es solo lo qué comes, sino cómo lo comes". Y debemos tener en cuanta que "comer es algo más que
alimentarte".
Por otra parte, ha
denunciado que la crisis económica, que estos días afecta a la población
mundial, ha provocado que ciertos alimentos que estén desapareciendo de la mesa de los occidentales, como son la fruta y
el pescado que han dejado paso en las neveras a los fritos y congelados.
Se espera que en el año 2030 podría
haber en el mundo 2.160 millones de personas con sobrepeso y
1.120 millones con obesidad.
Se debe comenzar con la
prevención mediante dietas que contengan alimentos con baja densidad
energética; la delimitación de estrategias que hagan posible la disponibilidad
alimentaria y el acceso a alimentos saludables; limitar el consumo habitual de
'fast food'; la utilización de raciones de menor tamaño y una mayor adherencia
a la dieta saludable.
Por otra parte, ha
destacado la importancia de inculcar hábitos alimentarios en los niños a
través la familia y escuela. En este sentido ha destacado
que cuidar la alimentación en la infancia es de vital importancia para
establecer unos hábitos que se seguirán de adulto. "Con la comida educamos a los
niños, incluso cómo se comportan en la comida ayuda al desarrollo del
niños".
Prevenir y
tratar enfermedades físicas y mentales
Ya que no todos los alimentos contienen nutrientes, por ello es
importante alimentarse a base de alimentos nutritivos. Pero, ¿qué son los
nutrientes? Verás, son las sustancias químicas que presentan los alimentos y
somos capaces de aprovechar para nutrirnos. Se trata de las proteínas, los
hidratos de carbono y las grasas, junto con las vitaminas y los minerales, que
aunque los necesitamos en cantidades más pequeñas no por ello son menos
importantes.
En ocasiones no es fácil alimentarse bien, puesto que a veces nos
apetecen alimentos que aunque nos aportan muchas calorías son muy poco
nutritivos. El alcohol, los refrescos, los snacks….son ejemplos de
alimentos poco nutritivos. Y los niños son un grupo de riesgo en este sentido.
Así pues, un objetivo importante es conseguir una buena aceptación por parte
del comensal de los alimentos ricos en nutrientes.
De esta forma conseguimos
que nos resulten apetecibles los alimentos más adecuados. Para ello es
importante cuidar algunos aspectos sensoriales y socioculturales de los
alimentos como los que te indicamos a continuación:
- Ten en cuenta que cuidar la presentación del plato
es importantísimo porque como se suele decir, “empezamos a comer por los ojos”.
- No menos importante es el aroma a la hora de
comenzar a comer.
- Conseguir la temperatura adecuada en los alimentos
te ayudará a que los disfrutes mucho más. Por ejemplo la sopa caliente y el
gazpacho bien frío resultan mucho más apetecibles.
- Debes tener en cuenta además que la textura de los
alimentos es importante para cocinarlos de forma que te resulten más
apetitosos. Ejemplo de ello son las legumbres y la patata que en puré resultan
muy ricos y diferentes incluso para los más reacios. O la carne que a veces se
resiste y en forma de albóndigas va genial. Los huevos son fáciles de tomar
escalfados o hervidos y rallado. Incluso cuando la fruta no gusta demasiado, en
macedonia o asada, se toma mejor.
- Trata de respetar las costumbres gastronómicas y
sobre todo sácale partido a los alimentos predilectos. A veces simplemente
añadiendo un poco de salsa de tomate o mayonesa a un plato de verdura
conseguirás que un niño se lo tome mucho mejor.